El dilema de si la
hoja de coca es una droga o no se mantiene tan vigente como el paradigma
prohibicionista.
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El antiguo Tahuantinsuyo ha dejado obras palpables que maravillan al hombre, pero para otros lo que deslumbra los sentidos es la magia y filosofía del tejido invisible del antiguo poblador andino, visión que necesariamente surge de una sociedad impregnada de religión.
La coca vuelve a ser la hoja sagrada de los Andes, cultivada para su uso tradicional y medicinal, que nunca dejo de ser otra cosa, para los herederos de las hojas verdes.
Ahora que, otra civilización varias veces milenaria, como
China, se interesa en exportar y comercializar esta planta medicinal como es la
coca, además de haber sido reconocida como un elemento capital en la medicina tradicional
de los Kallawayas de Bolivia, que recibieron oficialmente el reconocimiento de
la UNESCO como un patrimonio más de la Humanidad.
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